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Salud masculina estilo de vida, enfermedades y riesgos

👉 Resumen

Los hombres de todo el mundo siguen teniendo tasas más altas de morbilidad y mortalidad que su contraparte femenina. El resultado de esto es que los hombres viven menos y de forma menos sana, lo que impacta a las familias, comunidades, economías y sociedades. La mayoría de las causas subyacentes están relacionadas con estilos de vida evitables y modificables elegidos por los hombres.

Las epidemias causadas por obesidad y diabetes están directamente relacionadas con el tabaquismo, mala alimentación, exceso de consumo de alcohol, y estilos de vida sedentarios. Si los médicos y autoridades responsables desean cambiar realmente el mal estado de salud de los hombres, deben concentrarse en las enfermedades evitables que son resultado de estilos de vida y comportamientos.

👉 Introducción

Los estilos de vida elegidos complican las decisiones respecto a salud y bienestar. Hay que considerar el impacto del tabaquismo y otros temas de abuso de sustancias, dieta poco sana y obesidad, sedentarismo y falta de ejercicios. Todos tienen consecuencias significativas en el desarrollo de las enfermedades.

Todos estos aspectos, hasta cierto punto, pueden promover una mejor salud si se modifican, o por el contrario, pueden llevar a un severo deterioro y avance de la enfermedad. ¿Cuántos pacientes acuden al doctor o a otros profesionales de la salud solicitando medicamentos para tratar ERGE (enfermedad por reflujo gastroesofágico) la cual se ve exacerbada por la sobrealimentación y obesidad?

¿Cuántos pacientes requieren tratamiento por hipertensión derivada del tabaquismo, obesidad, falta de ejercicios? Lo mismo se puede aplicar para las consecuencias del síndrome metabólico, apnea del sueño, diabetes, colesterol y lípidos elevados.

Esto no es para decir que los médicos sean los propiciadores del exceso, sin embargo la responsabilidad hacia la identificación de los riesgos de estilo de vida descansa sobre los hombros de médicos y proveedores no médicos. Se debe educar al paciente sobre las consecuencias del estilo de vida en la salud por un lado y la importancia de una intervención apropiada ante cualquier solución medicamentosa, por otro.

La intervención respecto a la corrección de estos estilos de vida es en la mayoría de los casos más intensa, tanto para los pacientes como para los practicantes, que una simple recomendación del tipo “usted debe dejar de fumar, debe perder peso, debe empezar a hacer ejercicios”.

Tiene mucho mayor impacto en el paciente que la simple escritura de una receta. Éstos saben, en muchos casos, que deben iniciar estas modificaciones, sin embargo, la mayoría no sabe cómo. Muchos han tratado y han fallado.

Debe haber un plan coordinado para cada paciente que desee mejorar su estilo de vida y debe desarrollarse a partir de las necesidades individuales de éste, con fijación de metas y con un seguimiento sostenido.

Los excesos en los estilos de vida deben considerarse como adicciones y ser tratados como tales. La finalidad última de la salud y prevención de enfermedades tendrá como resultado un paciente más feliz y más sano que se verá aliviado al consumir menos medicamentos.

Asimismo, conservar valiosos dólares en salud y recursos dentro del sistema de atención de salud será un beneficio adicional. Promover y propagar mejores estilos de vida para generaciones más jóvenes, probablemente traerá como consecuencia un mejoramiento del estilo de vida de la población actual.

Para apreciar mejor el impacto de estilos de vida saludables y no saludables, revisemos enfermedades asociadas, oportunidades para intervenir y el impacto económico general de estas enfermedades en el sistema de salud.

👉 Obesidad

El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos define obesidad como un Índice de Masa Corporal (IMC) de 30 o más. Sobrepeso se define como un IMC de 25 a 29,9. El IMC se calcula dividiendo el peso de un adulto en kilos por su altura en metres al cuadrado.

Los datos otorgados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) demuestran que las tendencias han ido aumentando a nivel mundial en las últimas 3 décadas. Aunque las tasas de obesidad en los Estados Unidos se han estabilizado desde 2003, se han más que duplicado desde 1980

Se dice que en Estados Unidos, dos de tres adultos tienen sobrepeso o son obesos (69%), y uno de tres son obesos (36%) Se pronostica que si esta tendencia continúa en los Estados Unidos, la mitad de los hombres y mujeres serán obesos

La enfermedad más reconocible asociada con peso excesivo es la diabetes. A medida que crece la epidemia de la obesidad, así también lo hace la población diabética. En los Estados Unidos, 55% de los adultos diagnosticados como diabéticos son obesos (4), y 85% tienen sobrepeso o son obesos.

De acuerdo a la Asociación Estadounidense de Diabetes, esta enfermedad se define por la presencia de cualquiera de los siguientes tres criterios: A1C≥ 6,5, glucosa plasmática en ayunas -8 horas de ayuno- ≥ 126 mg/dl, Glucosa, 2 horas después de ingesta oral de 75 gramos de glucosa disuelta en agua ≥ 200 mg/dl.

La pre-diabetes se define como A1C 5,7-6,4, glucosa plasmática en ayunas 100-125 mg/dl, glucosa 2 horas después de ingesta oral de 140-199 mg/dl.

La pre-diabetes es un factor de riesgo para la diabetes Tipo 2. La pre-diabetes está asociada con el síndrome metabólico. Este último está definido como tal si contiene tres o más de las siguientes características: Presión sanguínea ≥ 130/85, glucosa en ayunas ≥ 100 mg/dl, diámetro grande de la circunferencia de la cintura (hombres ≥ 40 pulgadas, mujeres ≥ 35 pulgadas), colesterol HDL bajo (hombres < 40 mg/dl, mujeres < 50 mg/dl), triglicéridos ≥ 150 mg/dl.

Los individuos con síndrome metabólico están en mayor riesgo de apoplejía, infarto al miocardio, diabetes, litiasis urinaria, deficiencia de andrógenos, síntomas del tracto urinario inferior, disfunción eréctil.

Además de causar diabetes tipo 2, la obesidad coloca a los individuos en riesgo de hipertensión, colesterol elevado, enfermedad cardiovascular, enfermedad de la vesícula biliar, cáncer de colon, cáncer de mama postmenopáusico, apnea del sueño, aumento del desgaste en articulaciones que llevan a la substitución por cirugía o a una calidad de vida disminuida. Los costos económicos de la obesidad pueden ser significativos.

Pueden calcularse como costos directos (aquellos resultantes de los servicios de salud de pacientes externos y de pacientes hospitalizados -cirugía, laboratorios, imagenología, medicamentos), y costos indirectos- definidos como recursos no percibidos como resultado de una condición de salud.

Una fuente de información reveló que el gasto médico per cápita de un individuo obeso en los Estados Unidos era de US$ 1,429 adicionales o 42% más alto que para un individuo de peso normal.

Otros autores estiman que el gasto per cápita de individuos obesos era de US$ 2,741 o 150% más alto. En su investigación, Thompson se dio cuenta de que los costos médicos per cápita por obesidad de toda una vida eran equivalentes a los costos generados por tabaquismo.

Hola, bienvenidos soy el autor de los artículos de Vital Products Center

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